jueves, 3 de abril de 2008

HACIA UNA CARACTERIZACION DE LA CAZA DE BRUJAS EN LA PATAGONIA SANJUANBOSCONIANA. ESTUDIO DE CASOS DESDE MR. B AL PUNTO G.

Fuentes de Información: anónimas integrantes del claustro no docente

Hemos presentado en un post (artículo) anterior una definición de lo que en la actualidad se conoce como “mobbing” o violencia laboral (Fuente: Diario Clarín). A partir de este hallazgo y de los testimonios recogidos, trabajaremos con la siguiente premisa:

P= En la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco existe la violencia laboral.

Si bien a la fecha parecen no existen denuncias registradas dentro del sistema administrativo o judicial que comprueben la real existencia del mobbing, sabemos de la existencia de éste dentro de la institución y hemos tratado de clasificarlas en cuatro formas de ejercicio de violencia:

Caso 1: Persecución política

Caso 2: Quita de funciones

Caso 3: Acoso ideológico

Caso 4: Muppet show de los funcionarios

Caso 5: abuso entre compañeros

Caso 1: tanto en la gestión de Mr. B como en el Punto G es conocida la persecución a empleados de la Universidad por problemáticas con personas no asociadas al poder político de Rectorado o de las Facultades.

Uno de los casos más resonados es de la persona que fue transferida desde un sector de Rectorado a la anterior Escuela y luego, de un plumazo y por cuestiones absolutamente ajenas a su desempeño laboral, pasó a inventariar objetos de la institución.

Caso 2: durante el Punto G (el orgasmo absoluto de la quita de funciones) es sabida la zancadilla que un sector completo (en complicidad –por supuesto- con una autoridad) le hizo a una de las Directoras con más prestigio de la institución.

Hoy la podemos ver sentada en el primer subsuelo sin escritorio, sin computadora, sin funciones, clamando a gritos por un trabajo digno que realizar.

Es sabido que la institución abusó del Convenio Colectivo de Trabajo (en connivencia con el Gremio no-docente) en tanto no siguió ningún procedimiento administrativo regulado para tal remoción (sabemos “off the record” de un caso similar en la Sede Esquel).

Caso 3: en este caso describiremos la persecución realizada por la gestión del Punto G en cuanto al despojo de funciones por portación de confianza de Mr. B en ciertos empleados no docentes.

Este es el caso de la empleada que hasta la gestión de Mr. B dependía directamente de su fuero y en la actualidad, le han puesto por sobre su persona a una señora que viene de trabajar en el edificio del hotel de huéspedes y además, pretenden llevarla a un nuevo sector para el cual contraron a un ex viceintendente.

Caso 4: para desarrollar este ejemplo haremos referencia al gran clan de marionetas dirigidas por Punto G y C.I.A. (inclúyanse aquí las facultades) con el fin de causar trastornos psicológicos y morales en sus compañeros y placeres de Garganta Profunda a los funcionarios … y si no miren las rodillas raspadas de decenas de empleados no docentes. Habrá que empezar a entregar rodilleras para evitar que estos casos sean tan visibles.

Caso 5: quizás este sea uno de los casos menos ventilados pero más corrientes y es el que se manifiesta en la convivencia entre los no docentes. Hay familias enteras (las de sangre y las que se convierten en “compadres” por los enfermizos lazos que se trazan en este claustro) que ejercen su presión sobre el resto de los no docentes de los sectores y que acaparan poder castigando con éste a los menos protegidos. Corren gente, amedrentan, enferman, ensucian, insultan, subestiman, discriminan, desmerecen…qué más vamos a seguir enumerando? Tengan plena seguridad que los no docentes que se comunican con nosotros nos han traído a nuestra mesa más que una descripción de esta situación.

A modo de acercamiento a la conclusión:

Del Caso 1 al Caso 3 y Caso 5 se presentan los “desprotegidos” del sistema universitario. En el Caso 4 se ve a los “succionados” por el sistema.

En los cuatro casos: ¿qué hace el gremio que representa a esta gente?

Y por hacer muy mala memoria: ¿acaso alguna vez se plantearon qué pasó con sus compañeros “ausentes”?

Conclusión:

Evidentemente los empleados no-docentes han desarrollado un S.I.G. (Síndrome de Inmunodeficiencia G) en virtud del silencio generalizado que tanto gremio como compañeros realizan.

La violencia laboral es un hecho, nadie acompaña al vocero no docente de Consejo Superior en sus constantes y reiteradas comunicaciones con sus compañeros.

Nadie denuncia abiertamente la precariedad de la función laboral.

Ni el gremio ni las autoridades responden a los recursos interpuestos por los empleados no docentes que recusaron a las categorías adjudicadas.

Evidentemente la violencia laboral ha calado capilarmente dentro de esta universidad hasta convertirse en la norma, la ética y la moral de la institución. La caza de brujas nunca estuvo ausente.

DOCENTES, NO DOCENTES, ALUMNOS, GRADUADOS:

“Cada uno de nosotros solo no vale nada sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo” (Carta de despedida a sus hijos – Ernesto Guevara)

Nota: a la fecha supimos por el vocero no docente que algunos de estos temas fueron tratados en una reunión convocada por el gremio no docente